Es entonces cuando el cantautor madrileño desprende ese carácter misceláneo del que presumen pocas canciones, y nos traslada a otra órbita musical de la cual solo un buen oído y la imaginación del oyente hacen de dicha obra musical una 'canción perfecta'.
Recomendación: Escuchar con la mente en blanco, sin ningún tipo de pretensión.
Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...!,
¡el agua en tus cabellos!
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.